Este año hace 150 años del nacimiento del escritor, político y pensador español Miguel de Unamuno (Bilbao 1964- Salamanca 1936), uno de los grandes talentos de la España del 98, hombre controvertido y contradictorio, siempre vehemente, y probablemente uno de los mejores escritores en español de todos los tiempos.
Dice mi amigo Javier González Cotta, y yo lo comparto, que las efemérides literarias son un buen motivo para leer a los autores homenajeados. En el caso de Unamuno, hay mucho y bueno donde leer. Novelas, poesías, relatos, artículos… el universo unamuniano es tan amplio como su cultura de reminiscencias cervantinas (donquijotesco lo llamó Antonio Machado) y estilo inconfundible.
Quizá su obra más conocida sea San Manuel Bueno Mártir, la historia de un sacerdote descreído que esconde sus propias dudas religiosas, aunque yo prefiero la pequeña y metafísica novela (Unamuno diría nivola, tan aficionado como era a los neologismos) Niebla, donde el propio autor se hace presente para hablar con el protagonista.
Recientemente la editorial La Línea del Horizonte ha publicado Viajes y Paisajes, a modo de recopilación de artículos publicados en prensa desde 1918 a 1935, en los que el autor describe con su prosa profunda varios paisajes de España vinculados a su vida: El País Vasco, Salamanca y Castilla en general, Portugal… hasta la Fuenteventura donde fue desterrado. La mirada del intelectual sobre el paisaje como metáfora para reflexionar sobre su idea de la naturaleza, la tierra (es un libro muy ibérico, muy español en su sentido más ético) y el alma humana.
Viajes y Paisajes, antología de crónicas de viajes, selección de textos de Miguel de Unamuno, editado por La Línea del Horizonte, 2014, 210 páginas.
Paisaje Urbano 